1960. stanley kubrick. 196 minutos. drama histórico. usa. reparto: kirk douglas, tony curtis, laurence olivier, peter ustinov, jean simmons, charles laughton, jhon gavin, herbert lom, harold. j stone, jhon dall.
argumento: Espartaco era un esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo
Batiato. En Italia promovió y dirigió la rebelión de los esclavos
(73-71 a. C.) contra la República romana. A medida que recorrían el
país, innumerables esclavos se iban sumando a la rebelión. Espartaco
intentará llegar con su ejército al sur de Italia para embarcarse con
rumbo a sus hogares.

La mítica película de "Espartaco" fue el gran impulso que tuvo Stanley
Kubrick para convertirse en un director reconocido, a pesar de que es su
película menos personal ya que no solo se incorporó al rodaje ya
comenzada sino que las intervenciones de muchos miembros del equipo la
hacen casi un film coral. La película sin embargo no estuvo nominada a
mejor película, ni director, ni guión aunque fue más como venganza
política de la Liga de actividades antiamericanas por contar con Dalton
Trumbo, guionista perteneciente al Partido Comunista. Un buen montaje (a
destacar la alternancia entre la arenga a sus respectivas tropas de
Espartaco y Olivier), la música de Alex North, uno de los mejores
compositores de todos los tiempos, es muy buena aunque quizá se abuse
demasiado de ella y anuncie demasiado los contenidos que vienen a
continuación.
Los aspectos técnicos son de lo mejor en especial unos vestuarios
portentosos, unos decorados tan buenos que parecen reales y un color de
los mejores que recuerdo.
El guión está basado en un libro de Howard Fast que empezó el guión pero
fue destituido por Dalton Trumbo y este a su vez fue ninguneado en
bastantes escenas escritas por un comité ejecutivo e incluso por algunos
actores como Ustinov que escribió sus propios diálogos y los de
Laughton. Stanley Kubrick nunca se sintió satisfecho de la película,
pero más que por el resultado, magnífico por otra parte, por su
egocentrismo que le hacía no reconocer el mérito de otros.
La película se convirtió en un nido de víboras y todos acabaron
discutiendo con casi todos, Kirk Douglas auténtico valedor de Kubrick
acabaron por no hablarse y sus relaciones nunca mejoraron. Al pobre
Anthony Mann que empezó el rodaje y dirigió por cierto unas magníficas
secuencias con las que arranca la película, por cierto Kubrick quiso
suprimirlas cosa que desde luego no le honra ya que siempre su egolatría
estaba por encima de la calidad de lo rodado. Por no hablar de las
desavenencias entre Olivier-Laughton-Ustinov.
En cuanto al reparto, uno de los mejores de la historia del cine, por
ejemplo Peter Ustinov consiguió el Oscar a mejor actor secundario creo
sinceramente que el mejor es Laurence Olivier, que hace una
interpretación soberbia y compleja mientras que Ustinov tiene más de
caricatura, y de hombre malo que se vuelve bueno, algo que vende,
Charles Laughton muy apropiado en su papel de senador republicano
contrario a las dictaduras. La belleza de Jean Simmoms destaca
sobremanera en la película aunque interpretativamente hablando actúa muy
a lo británico clásico lo cual no resulta creíble en escenas de una
esclava en la antigua Roma. Tony Curtis, un actor muy mal parado por los
críticos no destaca en absoluto aunque eso no le quita méritos en
papeles posteriores. Y Kirk Douglas a pesar de que no es su mejor
interpretación está en muchas escenas estupendo.

No estamos precisamente ante la obra más personal de Kubrick pero, en
cualquier caso, “Spartacus” es un magnífico film a años luz de muchos
otros ‘peplum’ al uso. Ese plus de calidad lo despliega Stanley desde
aspectos puramente técnicos ( solo ‘grandes’ como él son capaces de
rodar escenas íntimas y de acción con igual maestría) hasta aspectos
menos tangibles, como su cacareado lenguaje metafórico (atención a las
‘ostras’ y los ‘caracoles’) o esa extraordinaria valija intelectual que
cohabita en los diálogos de la peli y que la convierte, si no en la
mejor, sí en la superproducción ‘de romanos’ más inteligente de la
historia del cine.
De todos es sabido que un reparto de ensueño (Kirk Douglas, Laurence
Olivier, Jean Simmons, Peter Ustinov, Charles Laughton, Tony Curtis...
la lista continúa), una banda sonora sensacional y una fotografía
espléndida no siempre constituyen una garantía de éxito inquebrantable;
sin embargo, en esta ocasión, todos esos ingredientes suman esfuerzos y
consuman un peliculón como la copa de un pino. No en vano mi particular
teoría sobre la ‘pedagogía de la épica’, refrendada inicialmente con la
impostergable visión de “Ben Hur”, alcanza con “Spartacus” su máximo
apogeo.
Creo que Espartaco fue la cuarta o quinta película que dirigió Stanley
Kubrick. Por aquel entonces no debía ser un director consolidado y aun
estaba bajo la férrea intransigencia de los productores y Kubrick no
podía ser Kubrick, demostrar todo lo que llevaba dentro.
Normalmente esta situación no es en absoluto positiva, pues no permite
aflorar el talento del genio, pero en mi opinión, "Espartaco" es la
mejor película de Kubrick, me gusta mucho más que otras películas
consideradas mas "kubrickianas" como "La naranja mecánica" o "El
resplandor". Y el tanto se lo debe anotar Kirk Douglas, el productor
ejecutivo, que antes de contratar a Kubrick, puso bajo la dirección a
Anthony Mann, al que despidió, además de manejar el los hilos para
conseguir esta obra maestra, que pasará a la historia como la mejor
película "peplum" de la historia del cine, hasta ahora no superada (he
vuelto a verla y, por mucho que me guste "Gladiator", la carga emocional
que me produce "Espartaco" es mucho mayor).
La historia de un esclavo que se revela contra el poder de Roma para
liberar a los oprimidos es excelente para llevarla a la gran pantalla, y
me hace recordar al "Che" (permítanme la comparación), aunque si bien
las pretensiones del "Che" eran mucho mas elevadas, pues Espartaco solo
quería liberar a los esclavos de Italia y huir de la misma, para tener
una vida digna más allá de las fronteras del Imperio Romano, aunque si
es cierto que su sacrificio provocó el principio de la caída del sistema
esclavista romano, pues a partir de entonces los grandes propietarios
prefirieron el colonato al latifundio.
Las interpretaciones son fabulosas, llevadas a cabo por un grupo de
actores de los mejores de la historia del cine: Kirk Douglas, Laurence
Olivier, Charles Laughton, Peter Ustinov...
La duración del film (unas 3 horas) se compensan con el ritmo de la
película, que alterna las escenas en Roma en las que el senado debate
que hacer con Espartaco, con las del propio Espartaco arrasando todo lo
que encuentra a su paso, hasta finalizar con el trágico final en Apulia.
Además la película alberga una de las mejores escenas de la historia del
cine, en las que los fieles seguidores de Espartaco corean la célebre
frase "Yo soy Espartaco"... los pelos como escarpias.
En fin, una película emocionante, trepidante y muy humana que en mi opinión está entre las 20 mejores películas de la historia.
Espartaco" es una de las obras
cumbres en la historia del séptimo arte y desde mi personal punto de
vista, la mejor película que hizo el maestro Stanley Kubrick durante su
brillante trayectoria.
La historia es magnífica y está sabiamente dirigida, mientras que el
reparto de actores realizan un trabajo espectacular, encabezado por un
Kirk Douglas en estado puro y sublime.
Además los factores técnicos como la banda sonora, la fotografía, los
decorados, el vestuario y todo lo que acompaña al argumento, le dan al
conjunto un sello de película inolvidable.
Por si fuera poco, el tema es de rabiosa actualidad y es que
desgraciadamente, en nuestra sociedad la lucha por la libertad es algo
que siempre nos acompaña y que no hemos sabido desterrar con el paso de
los años.
Así las cosas, Espartaco lucha con honor por llegar a ser un hombre
libre, por alcanzar una mayor dignidad en su vida, una vida en la que él
unicamente lleve las riendas. Para conseguir su objetivo, el héroe no
dudará ni vacilará, empleando cuantas armas estén puestas a su alcance,
en una aventura grandiosa de principio a fin, en toda una epopeya.
Desgraciadamente, la traición se cruzará en su camino, pero para saber
el desenlace, mejor que vean la película y acompañen a Espartaco en su
arduo camino.
Toda ayuda será bien recibida.
Superproducción histórica, es el quinto largometraje de Kubrick. Escribe
el guión Dalton Trumbo, que se inspira en la novela “Spartacus” (1951),
de Howard Fast. Se rueda en escenarios naturales de España (Colmenar
Viejo, Alcalá de Henares, Guadalajara, y Navacerrada), California (Valle
de la muerte, Hollywood Beach, Janss Conejo Ranch, Hearts Castle) y en
platós de Universal Studios (Universal City, CA), con una inversión de
12 M de dólares. Nominado a 6 oscar, gana 4 (actor reparto, dir.
artística, fotografía y vestuario). Producido por Kirk Douglas y Edward
Lewis para Universal, se proyecta en sesión de preestreno el 6-X-1960
(NYC).
La acción dramática se sitúa entre los años 73 y 71 AC. Espartaco,
esclavo tracio de las minas de Libia, es vendido a Léntulo Batiato
(Ustinov), titular de la escuela de gladiadores de Cápua. Enamorado de
Varinia (Simmons), cuando ésta es vendida al patricio Marco Licinio
Craso (Olivier), encabeza una revuelta de esclavos que ansían libertad.
Sus mejores amigos son Draba (Strode), gladiador etíope, y Antonino
(Curtis), poeta siciliano, esclavo de Craso. Espartaco es valiente,
hábil, tiene cualidades de líder y cree que todo el mundo tiene derecho a
ser libre. Craso es rico, poderoso, solitario, bisexual y vanidoso.
Como líder del partido patricio es senador y general. Cree que la
dictadura es el mejor sistema de gobierno de Roma. Cruel y sanguinario,
padece desequilibrios emocionales. Sempronio Graco (Laughton), líder del
partido republicano, es enemigo de Craso, desconfía de las dictaduras y
es inteligente, sutil, manipulador, intrigante, vengativo y pragmático.
El film suma acción, aventuras, biografía, drama e historia (Roma). Se
basa en una novela inspirada en hechos y personajes reales, que sitúa en
espacios y tiempos que no se corresponden rigurosamente con los
históricos. Espartaco nació libre, fue soldado romano y posteriormente
fue esclavizado. El promotor y productor de la obra fue Kirk Douglas,
que quería resarcirse del hecho de no haber protagonizado “Ben-Hur”. La
obra está concebida desde un estricto punto de vista laico, por lo que
prescinde de todo tipo de referencias cristianas, abundantes en films
similares de la época. Por lo demás, la obra traspira aires liberales,
diferentes de los que se derivan de concepciones que inspiran otros
trabajos (“La caída del Imperio Romano”).
El guión aporta unos diálogos fluidos y brillantes, una buena definición
de caracteres y una evolución razonable de los mismos. La dirección
corre a cargo de Anthony Mann durante la primera semana de rodaje,
dedicada a escenas en el desierto, que se incorporan a la cinta y
aparecen hacia el final. Divergencias de criterio entre Mann y Douglas,
debidas al empeño de Mann de dar al personaje de Espartaco más sutilidad
y menos contundencia física, dieron lugar a su despido.
Cualquier cosa menos una película de romanos al uso.
Para empezar es maravilloso ver desfilar desde el mínuto cero a un grande detrás de otro.
Douglas, Jean Simmons, Ustinov, el magnífico Sir Laurence Olivier,
Charles Laughton, que está estupendo, su papel me
encanta..........,Gavin, Toni Curtis como Antonino
Las escenas de lucha, de la primera parte de la peli, en la escuela de
gladadiores de Batiato, son maravillosas.También el resto de escenas
bélicas. La del fuego en la batalla....inolvidable
El personaje de Espartaco, su integridad, resistencia, sentido del
honor, de la justicia, su fortaleza física y psíquica, la profundidad de
sus pensamientos, su grandeza de espíritu, llenan la película y cautiva
al espectador.
Su belleza física brutal contrasta con la discreta de Jean Simmons. Su
historia de amor queda en segundo plano, como algo anecdótico. Mención
aparte la escena en la que se conocen y ella es enviada para satisfacer
sus deseos sexuales. En unos segundos retrata toda la crudeza de la
esclavitud llevada al límite, como la condición mas vil a la que se
puede someter a un ser humano
Sorprenden la profundidad de los diálogos. Son muy buenos.
Las ambigüedad del personaje de Laurence Olivier, sobre todo cuando
saliendo del baño le pregunta a un jovencísimo Toni Curtis si le gusta
creo que era la carne o los caracoles, una clara alusión sobre su
sexualidad.Olivier dice que a él, ambas cosas. La escena está cargada de
tensión sexual.
También tiene magníficos guiños de humor. De una ironía total. Cuando le
hace esta pregunta, Curtis , al parecer, huye espantado de Laurence
Olivier, pues la siguiente escena después de la del baño, es una del
joven que ha salido pitando de Roma y del de los caracoles para unirse a
Espartaco. Provoca una sonrisa.
Me gusta especialmente como muestra el respeto que infundía Espartaco al
resto de personajes. Admirado y querido por sus seguidores, para los
que era casi un Dios. Admirado temido y envidiado por sus enemigos.
Encarna todos los valores por los que merece la pena luchar.
Fantásticamente retratada la época. Las intrigas de Roma,veneno
incluído, el senado, la lucha por el poder, la lujuria, el desenfreno,
el poco aprecio por la vida, las gestas, el valor de los superhombres
luchando en mil batallas, el culto a la belleza, el hedonismo, la
ambiguedad sexual, la gula, las bacanales, los sestercios...
Es un peliculón. Con todas las letras.
Los actores maravillosos. La composición del personaje de Espartaco me parece sobresaliente.
La música maravillosa.
El personaje de Espartaco es uno de los mas grandes que se han creado, sino el mas
No hay excusas para no verla
Un reparto portentoso.
El Kirk Douglas, el más machote, un tío al que le puedes apagar una
colilla en el hoyuelo de la barbilla sin que pestañee. Quien mejor que
él para protagonizar (y producir) una cinta plagada de personajes con
más huevos que el caballo de Espartero.
Y además Tony Curtis (el poeta), Lawrence Olivier (el maloso), Peter
Ustinov(el hipócrita), Charles Laughton (el trepas) y Jean Simmons (la
buenorra). Con semejante plantel ¿Es posible hacer una mala película?
Posible sí, pero difícil. Muy difícil.

Yo vi Espartaco, por primera vez, en un cine-teatro de Vitoria hace
cerca de cuarenta años; un sábado, en una sesión doble y continua.
Llovía, y sabíamos que no lo dejaría en toda la gris jornada, por lo que
pertrechados de refrescos y bocadillos nos sumergimos en la oscuridad
de la sala en pleno mediodía (12,30). Por la pantalla, en buena vecindad
con romanos y gladiadores, cabalgaban en ese momento, sucios y
malcarados vaqueros buscando los confines del desierto de Tabernas. En
aquellos días solo nos planteábamos lo de la duración de las películas
para elegir, en caso de duda, las más largas; considerando que a igual
precio era más atractiva la cantidad que la calidad. Éramos apenas
prófugos de la niñez pero un amor imprevisto había invadido ya nuestros
corazoncitos: el cine. Precisamente una de nuestras antiguas novias
imposibles fue Varinia (Jean Simmons), que prefirió a Espartaco (Kirk
Douglas) y, también desde aquel día las túnicas, que resbalaban del
cuerpo de las mujeres como peces de manos enjabonadas, pasaron a ser
para nosotros un imprescindible fetiche sexual.
No recuerdo aquel spaghetti-wester pero nunca olvidaré las siete horas
que anduve entre animosos esclavos, pérfidas legiones, triunfantes
traidores, senadores intrigantes, cobardes mercaderes e irreductibles
militantes de la libertad. Sé que si el líder tracio se hubiera dirigido
en cualquier momento al patio de butacas, hubiera contado al menos con
un centenar más de harapientos dispuestos para marchar contra el malvado
imperialismo romano y la capital de la República. Quién sabe si alguno
de nosotros hubiéramos podido con nuestras propias manos estrangular al
ambicioso e insensible Craso (Laurence Olivier), e incluso tocar las
sandalias y el corazón de la viuda más valiente y más apreciada de la
vetusta Roma.
Hace muchos años que el Teatro Amaya perdió su particular guerra de
audiencias y quedó convertido en bloques. La gran pantalla en la que
compartimos aventuras pasó a convertirse en centenares de diminutos
aparatos de televisión; y los amplios palcos, con olor a púrpura de
cortinón, en salitas de estar y en comedores de un solo comensal. Todo
ha cambiado salvo el indómito espíritu de Espartaco y la maestría de
Stanley Kubrick para conseguir soldarnos a la silla y devolvernos a los
años que importan; a aquellos, que como decía García Márquez, nos
conocieron felices e indocumentados.

Bellísima y conmovedora obra del genial director Stanley Kubrick (La
naranja mecánica, La chaqueta metálica) en la que todo resulta
prácticamente perfecto y su reparto se encarga de engrandecer la cinta,
destacando las magníficas actuaciones, además de la obvia de Kirk
Douglas, la de Peter Ustinov, quien ganó el Oscar al mejor actor de
reparto (la película se llevó otros tres: fotografía, dirección
artística y vestuario), la de Laurence Olivier, que consigue revolver
las entrañas sólo con una mirada, y la de un sarcástico Charles
Laughton, que completa mi interpretación favorita de esta película.
La trama de la película se asienta en los hechos reales de un esclavo
tracio, de nombre Espartaco, que dirigió la rebelión más importante
contra la antigua república romana en suelo itálico, conocida como la
Guerra de los Esclavos, allá por el año 73 a.C.
Hijo y nieto de esclavos, Espartaco (Kirk Douglas) sigue la triste senda
de su familia. Es vendido como gladiador a una importante escuela
liderada por el entrenador Léntulo Batiato (Peter Ustinov), en la que
lidera una revuelta apoyada por todos sus compañeros gladiadores,
quienes le siguen después, ciudad a ciudad, liberando a todos los
esclavos que encuentran a su paso y formando con ellos un ejército que
luchará contra la opresión de Roma.
Sin duda se hace hueco entre las mejores películas de aventuras de la
historia convirtiéndose en todo un clásico y deja para el recuerdo la
magnífica dirección de Kubrick y una de las mejores interpretaciones de
Kirk Douglas, que ya estuvo a las órdenes del realizador citado en
Senderos de gloria.
como decía antes increible su reparto en la que quiero destacar varios secundarios:
impresionante actor charles laughton. cómico, irónico, un auténtico joke.
peter ustinov haciendo de trepa, brillante.
mucho rostro conocido. jhon gavin, el novio de mary crane en psicosis.
jhon ireland, más famoso por sus participaciones en spaguettis y pelis del oeste.
laurence olivier con jane simmons, el celebre actor de rebeca.
el malogrado en su vida y carrera jhon dall, más famoso por su trabajo en la soga de hithcock, dónde encarnaba a la perfección a un psicotico asesino, el mejor papel de su vida.
harold j. stone. actor de reparto de toda la vida, el padre de newman en marcado por el odio, o uno de los policias que detuvo a henry fonda en el clásico de hitchcock falso culpable.
woody strode. keoma, alguién volo sobre el nido del cuco.
y todos bajo la batuta del genial stanley kubrick.
obra maestra.